La Comunidad Europea ha buscado el aprovechar las ventajas de la tecnología actual para mejorar la seguridad en la grabación de los tiempos y velocidades del conductor. Por ello el nuevo sistema es mucho más difícil de modificar de forma ilegal y permite un mejor control de los tiempos de conducción por parte de los cuerpos de control. Esto mejorará aspectos como:
Toda la información intercambiada entre el sensor y la unidad de vehículo viajará encriptada, de forma que no pueda ser interceptada. Además la unidad vehicular registrará cualquier intento de modificación en el sistema, incluyendo modificaciones en el cable, sensor o unidad de vehículo.
Igualmente, la información entre la tarjeta insertada y el tacógrafo estará encriptada, rechazando el tacógrafo aquellas tarjetas que no hayan sido firmadas digitalmente por la autoridad europea correspondiente (ERCA) y un estado miembro, en nuestro caso España.
Además, la instalación del tacógrafo y el sensor deberá hacerse empleando precintos que eviten la manipulación de las conexiones. Para ello:
Igualmente, al estar basado en tecnología digital, el nuevo tacógrafo permitirá a las empresas el aprovechar la tecnología para otros cometidos, como la gestión de flotas.